HÉROES ó TRAIDORES

Son los que narran la historia los encargados de asignar tan "ilustres" galardones, porque ya se sea como traidor o como héroe, lo importante es pasar a la historia, ¿verdad?.

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¿Qué diferencia a un traidor de un héroe?

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A veces nada, a veces todo. Un hombre honorable puede cometer traición para salvaguardar el bien y es así como se convierte en héroe. Pero ese mismo hombre deja de ser honorable para convertirse en traidor sin llegar jamás a ser héroe si lo mueven los pecados capitales. Ejemplos en la Historia hay muchos y muy distintos.

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Recordais a ese pastor lusitano que da nombre a la calle que nos lleva desde La Feria hasta San Martín. Cuenta la Historia que era el "Terror Romanorum", que traía a los romanos por la calle de la amargura, hasta que, siempre hay traidores dispuestos, fue asesinado. Continúa la Historia relatando que al reclamar los asesinos su recompensa por acabar con Viriato la respuesta recibida fue la consabida "Roma no paga a Traidores", y fueron inmediatamente ejecutados.

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Qué curiosa la Historia, ¿verdad?. ¿Por qué se consideran traidores a los asesinos de Viriato?. ¿Por qué no se les considera como héroes que dieron su vida por acercar a su pueblo la más grande civilización de su época?.

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Más curiosa aún es la sentencia que une Roma a la palabra Traidor. Pocas traiciones como la sufrida por el más grande de los romanos, Cayo Julio Cesar. ¿Eran verdaderamente traidores los asesinos de Cesar?. ¿Se les puede considerar como los héroes que intentaron salvar la República?. ¿Era Cesar quien había traicionado al Senado y por tanto a la República?, ¿O era quien salvó a la Republica de la jauría en que se había convertido el Senado de Roma?. La Historia ya se ha pronunciado, algunos de los que clavaron sus dagas estarían cargados de buenas intenciones, pero cuántos estaban movidos por la envidia, el rencor, el ansia de poder, el miedo a perder su status, la avaricia o el odio.

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La Historia ha decidido que Viriato y Cesar sean héroes y sus asesinos traidores. Así de simple.

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No seré yo quien separe el polvo de la paja, porque difícil es distinguir el héroe del traidor. Lo que sí podemos hacer es intuir qué daga está empujada por el honor y la honradez y cuáles por la envidia, el rencor, el ansia de poder, el miedo a perder el status, la avaricia y el odio.

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Tampoco seremos nosotros quienes escribamos la Historia de nuestros días, o tal vez sí, pero recuerda siempre que si te consideras un héroe, siempre habrá quien crea conocer los intereses que te han movido y te tache de traidor.

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Qué curioso verdad, este mundillo de capataces y costaleros posiblemente tenga el record de traiciones ocultas tras besos y abrazos, como la más grande de las traiciones, aquella que se gestó con un beso, EL BESO DE JUDAS.