Curiosidad histórica que viene a cuento tras una charla guasapera.
Para situarnos nos tenemos que remontar a la Semana Santa del año 1978, los días 24, 25 y 26 de marzo de dicho años. En Sevilla, una año después de su legalización, se celebraba una conferencia regional del PCE a la que fue invitado Rafael Alberti, ilustre poeta del Puerto de Santa Maria y diputado en las Cortes por el partido comunista.

En Sevilla, tan radical y tan tradicionalista para sus cosas, se mezclaba las ansias de democracia, libertad, autonomía, crecimiento de los partidos de izquierdas, con la pasión por algunas de nuestras más antiguas tradiciones como es la Semana Santa.
Bueno pues he aquí que Alberti, en un discurso que da en dicha conferencia comunista, se deja caer con los siguientes versos a la Virgen de la Esperanza
Déjame esta madrugada
lavar tu llanto en mi pena,
Virgen de la Macarena,
llamándote camarada.
Flor del vergel sevillano,
sangre de tu santa tierra,
de la paz, no de la guerra,
jamás de Queipo de Llano.
Que tú no eres generala,
abogada del terror,
sino madre del amor,
lumbre que todo lo iguala.
Camarada, compañera,
de obreros y campesinos,
nunca de los asesinos
del pueblo que te venera.
Tú la representación
pura de la luz serena,
Virgen de la Macarena,
no de la provocación.
Muchacha de Andalucía,
la más clamorosa alhaja
de la sola cofradía,
de la gente que trabaja.
Podrá gustar más, podrá gustar menos, pero en la Semana Santa de 1978, un poeta, un comunista, un andaluz, llamó camarada a la Virgen de la Esperanza.

Foto David Jiménez