CARTA ABIERTA AL ARZOBISPO

Mis devociones son varias y mi destino uno sólo, el querer al Señor como me inculcaron desde pequeñito. Esa devoción nace en mí en un pequeño colegio de las escuelas cristianas, esas que no están de moda ahora, esas que no están bien vistas por creer en Dios y su bendita Madre. Esa devoción se la debo a mis mayores y a todos aquellos que influyeron en mi persona, modelando lo que siento y soy ahora mismo, cristiano y fiel devoto de Cristo.

Si le debo ese sentimiento y esa fe a alguien es a una de esas devociones que cruzan mi vida. Desde pequeñito era consciente de la Semana Santa a raíz de encontrarme un gran mueble dorado al final de la Capilla de mi cole. Era de color rojo por abajo, de madera dorada por arriba y desprendía un aroma muy característico. Este mueble tapaba a la gran figura alargada que era el Señó, que palabra más bonita para dedicársela al Hijo de Dios, verdad?

Pues a mí, querido Don José, desde pequeñito me enseñaron en esa pequeña escuela a creer que la fé en Dios y su Hijo se basa en un hecho fabuloso y fenomenal, lleno de misterio y simbologia para el Cristiano, la Resurrección del Señor; no voy a dar lecciones de catecismo, pero creo firmemente que es la única verdad, verdadera del Cristiano, no? Por eso querido monseñor, me gustaría que se parara a pensar en ciertos detallitos en los que me parece que usía no se ha parado a contemplar en cuanto, a lo que usted opina, de esa Hermandad de Gloria que usted dice que es mi Hermandad, para mí, la más penitente de las que salen en la Semana Santa, que no? Espere un momento.

Salir a las 4 de la madrugada es muy bonito, en nuestra Madrugá sevillana. Todo lleno de personas, miembros de seguridad ciudadana, complejo entramado del Cecop en cuanto a seguridad y muchas, pero que muchas personas que vibran con lo que pasa por las calles.

Eso se convierte en una penitencia, aún más si cabe, cuando de ida están los que aguantan el tirón de la Trinidad, la mayoría entrados en copas, y si no dignos de alabanza por el momentazo que pasan. La ida hasta la campana, es un cúmulo de despropósitos en cuanto hechos conflictivos; algunas muestras: un coche por el medio de la fila, peleas entre los asistentes, kanis con motito molestando a los nazarenos, intentos de agresión por parte de personas que no pueden ver al "cristianito sevillanito". Esperpénticas escenas surrealistas que lo único que te hacen es quitarte las ganas de volver a salir como miembro de la corporación el año siguiente. Y todo porque a personas como usted no les apetece ver al Resucitado en cualquier momento que no sea a las 7 de la mañana en la Catedral.

Nooo, no puede usted salir el sábado que es que el Resucitado tiene su día.

-Muy bien, saldremos a las 8 de la mañana del Domingo, para llegar al mediodía a la Catedral.

Noooo hijo no, que hay furbo y toros, y eso no puede ser, porque sería un follón mu gordo.

-Bueno pues déjenos salir a las 5 de la tarde, después de los toros…

No hijo no, los oficios de la Catedral, no puede ser.

-Entonces en que quedamos?

Quédense como están y no molesten más, coño que hermandad más pesá!!

Bueno pues allá que hay que hacerle ver a los hermanos que sólo pueden sacar a sus hijo vestíos de nazareno, cuando sean mayores o poner una legión de diputados externos para atender a la cofradía, que lleva más que la Macarena, que ya es decir. Hay medico propio, pocas hay que lo lleven y medios de todo tipo… a esto hay derecho? Cree usted que se merecen los hermanos de una corporación de tal importancia evangelizadora que usted los trate a la ligera y sin reparos, sin pararse a pensar en una solución? Cree usted que eso es de ser muy Cristiano? Creen ustedes que en un bar pueden hablar de cómo lo de la Resurrección fue una equivocación que la hicieran de penitencia? Se creen en el derecho de decidir que mi fé es de 2ª división?

Pues miren todos ustedes, señores de rancio abolengo, LA UNICA VERDAD VERDADERA DEL CRISTIANO VIVE EN SANTA MARINA, y ese miarma sí que es el BROCHE DE ORO de la SS de Sevilla, y se merece el mayor respeto del mundo…

…porque para mí, la fe inquebrantable en Él, me hace poner la otra mejilla muchas veces cuando escucho decir, que pesada la gente de la Resurrección… a todos nos vendría bien pensar en la verdad que Él significa, Él lo puede todo, os lo aseguro.

Nada serían las demás hermandades sin el Misterio de la Resurrección, que no se la olvide a nadie.